Sobre la extinción de especies endémicas en México

Por su gigantesca variedad de ecosistemas, México es considerado una nación megadiversa; no obstante, la conservación de su riqueza natural afronta un consistente proceso de degradación. Los altos índices de deforestación y dafaunación han arrojado una amplia lista de especies desaparecidas, a la cual se suman año con año animales, plantas y vegetales que están al borde de la extinción. El siguiente artículo, nos dará unas cuantas pinceladas que nos permitirán conocer un poco más sobre este fenómeno. El primer paso para revertir un problema, es visualizarlo. 

Aunque su territorio representa el 1.3% de la superficie terrestre, México alberga entre el 10 y 12% de las especies animales y vegetales que habitan el planeta. Según datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), se calcula esta riqueza en 1 millón 600 mil variedades de especies.

Es importante señalar que entre el 40% y 50% de las especies localizadas en nuestro territorio son endémicas, esto quiere decir que son exclusivas de una zona o región y no se encuentran en ninguna otra parte del mundo. Por ejemplo, el 77% de las cactáceas mexicanas son endémicas, así como el 47% de sus anfibios. No obstante, la caza, la extracción legal o furtiva, así como la pérdida de hábitats, ha engrosado la alarmante lista roja de especies en peligro de extinción.

Podríamos hacer una amplísima lista de especies animales y vegetales amenazadas. Para quienes gusten ahondar en el tema, A continuación mencionaremos especies emblemáticas y endémicas mexicanas que están en grave riesgo de desaparecer y otras que han sido extintas en los últimos cincuenta años:

Perrito llanero mexicano o perrito de la pradera (Cynomys mexicanus), no es realmente un perrito, si no un roedor que se ubicada en la región de valles y pastizales de la montaña ubicada entre los límites de los estados de Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas. Está en peligro ya que quedan perritos llaneros en un área total menor de 600 km2; además este área está altamente fragmentada y por si no fuera poco, está perdiendo terreno, extensión y calidad de hábitat a una velocidad muy alta.

Teporingo (Romerolagus diazi), localizado en las laderas de las montañas del sur y sureste del Valle de México y en el Nevado de Toluca. Es el conejo más pequeño del mundo. Tiene las orejas cortas y redondas; la cola es tan pequeña que no es visible y sus piernas también son cortas con relación al tamaño de su cuerpo; su pelaje es de color moreno oscuro, homogéneo, con la parte ventral más clara. Están en alto riesgo de extinción por el crecimiento urbano de la Ciudad de México y alrededores, así como por la cacería y abundancia de fauna invasora, como perros y gatos.

Vaquita marina (Phocoena sinus), es una marsopa considerada, con menos de un metro de largo y 50kg de peso, el cetáceo de menor tamaño del mundo, se ubica únicamente en las extensiones del norte del Golfo de California, también conocido como el Mar de Cortés. Su potencial extinción se debe, principalmente, a las pesca de arrastre y la contaminación. Se calcula que hoy quedan menos de 150 ejemplares.

Ajolote (Ambystoma mexicanum), es un pequeño anfibio con dos subespecies, la primera en Xochimilco, propiamente en el Distrito Federal, y la segunda en San Martín Texmelucan. Ambas subesepcies se encuentran en un severo problema de extinción por la contaminación de su hábitat, competencia con especies invasoras como la carpa y la tilapia y su caza desmedida.

Especies mexicanas ya extintas

Pájaro carpintero imperial (Campephilus imperialis); era una de las aves más grandes del mundo, medía entre 51 y 56 cm de longitud y vivía en los bosques templados, su extinción se debió principalmente a la tala inmoderada de los bosques de pino y a su caza intensiva. En un comienzo se lo encontraba aún en Estados Unidos, y en México, en una vasta zona comprendida por el desierto de Sonora, Zacatecas, Michoacán, Chihuahua y la Sierra Occidental de Durango, lugar que representó su último refugio.

Foca monje del Caribe (Monachus tropicalis), mamífero marino que se localizaba en la parte central del Golfo de México y en todo el Caribe, medía de 2,20 a 2,40 metros de longitud y pesaba unos 130 kilos, su pelaje era castaño en la parte del lomo y color crema en el vientre se les veía en manada y se alimentan de peces y crustáceos, sin embargo la caza intensiva por su piel, grasam, carne y por ser visto como un rival para la pesca humana, terminó por desaparecer a esta especie.

Oso pardo mexicano (Ursus arctos nelsoni), también denominado oso plateado debido a su pelaje de color marrón rojizo y el color plata de sus patas, parte su cuerpo y cara. Llegaba a medir hasta 1. 83 m., pesaba alrededor de 318 Kg, se localizaba en gran parte de las montañas de la parte más norteña de la Sierra Madre Occidental. La caza indiscriminada lo llevó a la extinción.

Cada especie forma parte del equilibrio ecosistémico, es un eslabón de la cadena trófica, estos eslabones se van perdiendo, se generan desequilibrios que alteran la correlación de los seres vivos y el surgimiento natural de la vida. Debido a la extracción desmedida de especies, México ha degradado la mayoría de sus ecosistemas.

Asimismo, la disminución de zonas forestales parece incontenible, especialmente en selvas, planicies y altos bosques. De acuerdo con World Wildlife Found (WWF): se estima que “la tasa anual de pérdida de bosques y selvas se encuentra entre 300 mil y 1,500 mil hectáreas”.

De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM—59 de la SEMARNAT actualmente más de 2605 especies en México se encuentran bajo una categoría de riesgo, más de 300 especies se encuentran en peligro de extinción y 49 especies y subespeciesse encuentran en la categoría de especies probablemente extinta en el medio silvestre.

Es lamentable que la mayoría de los mexicanos ignore la gigantesca biodiversidad de su país. Poco se difunde, poco se conoce, y aparentemente, poco interesa a un sistema político y económico que aspira a crecer ilimitadamente a costa de los recursos naturales cada vez más escasos. Aunque sí hay esfuerzos de instituciones públicas por resarcir la problemática de deforestación y defaunación, la carrera gubernamental y social hacia un desarrollo orientado a mayor productividad, más mercado y más consumidores, ha supeditado el tema de la conservación natural a una aberrante y poco custodiada tarea que genera escasos ingresos. En pocas palabras, la voracidad humana por generar riqueza, es la principal culpable de esta extinción masiva de especies, se trata de un problema global, pero que en el caso mexicano es más que evidente y lamentable. Pregunta obligada: ¿hasta cuándo…?

“En el Mundo, cada hora, tres especies desaparecen. Cada día, más de 150 especies se pierden. Cada año, entre 18 000 y 55 000 especies se convierten en extintas.”